La floreciente moda brasilera se caracteriza por la nueva ola de jóvenes diseñadores. Y de eso trató el tercer día del São Paulo Fashion Week.
La firma 2nd Floor presentó una colección fresca, con destellos de irreverencia juvenil, considerando el público al que está dirigido.
Desde los colores seleccionados (violetas, verdes y marrones) hasta los estampados utilizados (globos aerostáticos y avionetas vintage) y los complementos (grandes moños y gruesos calcetines), todas las piezas estaban perfectamente diseñadas y conformaban una colección homogénea.
La colaboradora de Adidas, Fabia Bercsek, no sorprendió con su presentación. Con inspiración en la década del 70, sus piezas carecieron de originalidad.
Huis Clos logró la conjunción perfecta entre un look juvenil y refinado. Con telas controvertidas como el terciopelo, se diseñaron piezas de lujo.
Los complementos y las terminaciones de esta impecable colección, como las cadenas rodeando el cuello de las blusas y los cierres en conjuntos de tweed, otorgaron a las piezas la frescura y glamour adecuados.
Los diseños de Triton son siempre extravagantes: pantalones paperbag con estampado escocés, volados eduardianos de chiffon y chaquetas de cuero punk fueron alguna de las piezas destacadas de la colección.
Las erradas elecciones de Cavalera vieron la luz en la pasarela paulista. Las combinaciones de animal print y otros estampados resultaron excesivas y vulgares, convirtiendo su colección en un verdadero caos estético.
Las propuestas son variadas y los looks, inagotables. La nueva generación de diseñadores brasileros apuesta a la pluralidad, en su máxima expresión.