La nueva colección de Chanel, diseñada por Karl Lagerfeld, fue en esta oportunidad, de un tono celestial, por la delicadeza y el brillo de los diseños, la liviandad de las telas de gasa, que parecían flotar aún cuando muchas piezas, estaban completamente bordadas.
La gracia de esta colección, además de su estela de luz angelical, era ese toque de elegancia que venía en los leggins, algunos con lentejuelas, otros con botones o cremalleras. Los pies caminaban sobre ballerinas planas, algunas de las cuales venían con correas transparentes.
Los colores fueron más bien discretos y suaves, nada chocante y violento, ni siquiera en el maquillaje de las modelos.
La inspiración de Lagerfeld, fue el artista Marie Laurencin, quien diseño retratos que reflejaron a cabalidad el espíritu Chanel, aunque se haya reinventado de la idea original de ese artista, en trajes como por ejemplo, el de bouclé color rosa y el tweed de textura azucarada, que aunque se mire a lo lejos, me parece encantador.
Esta colección Chanel primaveral, me pareció fuera de lo común y de lo que normalmente se veía dentro del estilo Chanel. Todo está rejuvenecido, más jovial, con estilo y es a mi parecer, un estilo que realmente queda bien con las mujeres que son más jóvenes, y no se resignan a las faldas o los pantalones. Los leggins, con Chanel, tuvieron una transformación interesante.
Vía: style