Consejos para lavar de forma correcta el cabello graso

La presencia de cierta cantidad de grasa en el cuero cabelludo es normal y necesaria, ya que es secretada por las glándulas sebáceas con el fin de proteger y mantener la piel y el cabello nutridos. No obstante, un exceso de esta producción sebácea resulta en lo que comúnmente se conoce como cabello graso. “El sebo cumple una función vital para la salud del cabello, proporcionándole suavidad y flexibilidad. El problema surge cuando hay una sobreproducción que lleva a un cabello excesivamente graso y apelmazado. Es en estos casos donde se recomienda optar por champús de pH neutro y componentes que ayuden a regular esta producción, como la bardana, la ortiga o el pomelo. Es crucial evitar productos pesados que pueden empeorar la situación, dejando residuos que contribuyen a la sensación de pesadez en el cabello”, explica María García, experta en atención al cliente de Dalire, una firma sevillana especializada en champús libres de sulfatos.

Cómo lavarlo de manera correcta

No siempre depende de lo que ponemos en nuestra cabeza, es más importante cómo lo aplicas y manejas: “Fijémonos en la temperatura del agua, primero tibia para abrir las cutículas con el fin de lograr una limpieza profunda, evitando la caliente que estimularía a las glándulas sebáceas a producir más grasa. La cantidad del champú elegido no debe ser muy grande, no por ello es más eficaz y podría atraer más grasa. Al aplicarlo, que vaya directamente a la cabeza y empezar a masajear suavemente con la yema de los dedos y en círculo”.

Desde Dalire aconsejan dejar el champú en la cabeza un par de minutos para que penetren los ingredientes y disuelvan la grasa e impurezas: “Finalmente, aclarar con agua fría o tibia para cerrar las cutículas, sellar la humedad y aumentar el brillo. En cuánto a la frecuencia, con lavarlo cada tres o cuatros días es suficiente”.

Hábitos de secado y peinado

El secado y peinado también juegan un papel crucial en la gestión de la grasa y su apariencia general: “Es mejor que dejemos secar el pelo al aire libre y no con secador, a menos que lo pongamos a poca potencia para minimizar el efecto del calor directo. También debemos evitar el tocarnos mucho el pelo para no transferir aceites adicionales, ni cepillarlo de una manera excesiva a diario. Cuando lo hagamos, que sea de cerdas naturales para que distribuyan mejor el aceite de las raíces a las puntas”.

Por último, a la hora de peinarnos hay que buscar un estilo que no requiera de muchos productos adicionales como ceras o geles, buscando opciones no comedogénicas que después aplicaremos de medios a puntas. Si vamos a usar bandas, sombreros o pinzas, asegurarse de que estén limpios para no acumular más aceite y suciedad en la cabeza.

Scroll al inicio