En el armario es fundamental la inclusión de una serie de prendas básicas que nos sacan de un apuro en cualquier ocasión, fáciles de combinar, sencillas y muy prácticas, ya hemos hablado en Estás de moda de los jeans que son con mucho la prenda más utilizada por hombres y mujeres y el traje de raya diplomática, ideal si tenemos un trabajo que nos exige una cierta etiqueta.
Entre estos elementos fundamentales, la camisa blanca es también un clásico que sirve tanto para situaciones elegantes combinándola con un buen traje, como para otras más informales con unos vaqueros y un jersey, prenda multiusos donde las haya que no debe faltar jamás en un armario bien equipado, la imagen que vemos en la imagen de la derecha, corresponde al catálogo de Armani para esta temporada.
Hay en el mercado innumerables modelos de camisas en blanco y otros colores, la blanca tiene la ventaja de ser más fácilmente combinable y a pesar de su aparente sencillez podemos conseguir que sea original dependiendo del formato que elijamos para el cuello, las mangas o la forma de abrochar, puede ser o no entallada, con cuello camisero o mao, cruzada, de manga larga, corta o francesa… y un largo etcétera de posibilidades diferentes entre las que elegir.
De hecho es interesante tener no sólo una sino incluso varias en formatos diferentes, que se ajustarán mejor a según que usos, otra cuestión es que es importante renovarlas con cierta frecuencia, inevitablemente y aunque en la televisión anuncien constantemente «detergentes milagrosos», el blanco acaba perdiendo su brillo con el uso y los lavados y acaba adoptando una tonalidad fea, además la tela acaba deteriorándose también en lo que a la textura se refiere a causa de la lejía, momento en el cual debemos desechar la camisa y comprar una nueva.