Tintarse el cabello suele ser una de las prácticas más habituales hoy en día. Según estudios recientes, 9 de cada 10 mujeres lo han hecho alguna vez a lo largo de su vida, mientras que más del 10% de los hombres afirman hacerlo varias veces al año. Las dudas que suelen aparecer, es si este tipo de productos pueden llegar a afectar a la caída del cabello. Dese Hospital Capilar, afirman que estos productos no suelen afectar a la alopecia, pero que un uso abusivo, y dependiendo de sus componentes, pueden llegara a debilitar la fibra capilar produciendo un efecto negativo en el pelo.
La importancia de la composición de los tintes
A la hora elegir un tinte, es fundamental tener en cuenta su composición química ya que puede llegar a provocar irritaciones, reacciones alérgicas e incluso infecciones en el cuero cabelludo. Todo esto puede derivar en una posterior caída del cabello. Por este motivo, es importante diferenciar entre tintes naturales y sintéticos, que a su vez pueden ser temporales y permanentes. Los primeros de ellos se encargan de cubrir el pelo con colorantes pero es de eliminación fácil, mientras que los permanentes son más invasivos ya que contienen algún producto que penetra en el interior de la fibra capilar, destruyendo el pigmento natural por el nuevo color.
Por otro lado, las diferencias entre los tintes oscuros y rubios y claros vienen derivadas de su naturaleza, propiedades y características, aunque optar por uno u otro no fomenta en mayor medida la caída del pelo. Sin embargo, utilizar coloraciones muy lejanas al tono de nuestro pigmento natural conlleva un efecto mucho más agresivo sobre el cuero cabelludo, como pasar de un pelo oscuro a un blanco o rubio claro, o bien de un rubio a un color oscuro.
Por su parte, los tintes que contienen elementos decolorantesson los más invasivos, al tratarse de un proceso químico en el que se utiliza una combinación de productos que suelen tener como ingrediente principal un blanqueador llamado peróxido de hidrógeno que, si no se utiliza correctamente, podrá ocasionar una abrasión que producirá alteraciones en el pH de la piel, produciendo un pelo más quebradizo y más proclive a romperse, así como una pérdida de volumen en el mismo.
No obstante, tendencias muy requeridas en la actualidad, como las mechas californianas o las babylights, podrían considerarse menos agresivas para el cabello, dado que se aplican en las puntas o en forma de degradado, disminuyendo de esa forma su efecto a nivel del cuero cabelludo.
En cuanto a la aparición de caspa, el especialista de Hospital Capilar subraya que “en principio, su aparición debe ser considerada siempre independiente al inicio del uso de tintes. No obstante, si un tinte produce determinadas reacciones como una dermatitis en el cuero cabelludo, se podría comenzar a generar caspa. Además, si la inflamación se agudizara al aplicar el tinte, sí que podría conllevar a que existiera algo de caída transitoria, aunque el pelo volvería a crecer de forma natural. En cualquier caso, es primordial conocer qué tipo de tinte nos vamos a aplicar, con el fin de conocer el grado de perjuicio que puede provocarle a nuestro pelo, evitándolos siempre que se tengan antecedentes de reacciones alérgicas graves”.
Con el fin de no sobreexponer el cabello teñido a nuevas agresiones, los expertos recomiendan optar por el uso de un champú específico para el cuidado de los tintes, así como la utilización de una mascarilla hidratante o un exfoliante capilar que ayude a recuperar el brillo del pelo. Además, se aconseja aplicar un sérum reparador, en el caso de que el cabello esté dañado en las puntas o se encuentre poroso y frágil. “Por otro lado, se recomienda espaciar la aplicación del tinte lo máximo posible y recurrir a este proceso con moderación, dando margen a que el cabello recupere su estructura inicial, fomentando así un aspecto más saludable”, concluye el doctor Pilo.