¿Estará tocando a su fin la «dictadura» de los pantalones «pitillo»? Empieza a ser habitual ver en catálogos y escaparates de las firmas más punteras, tanto en jeans como en otro tipo de pantalones, modelos muy diferentes como es el caso de los «bombachos», muchos dicen que los pitillo estilizan más que otros y eso es verdad en el caso de las figuras que ya son estilizadas de por sí, pero de cara a disimular defectos desde luego un modelo más flojo como el bombacho es mejor opción.
El bombacho es un tipo de pantalón que es flojo, es decir, no va ajustado a la pierna, pero que sin embargo se ciñe al tobillo con una goma, un cordón o cualquier otro elemento a ese efecto, se trata de una prenda versátil que se puede utilizar tanto en el día a día, con camisetas básicas y zapato bajo, como para la noche con un top más fashion y un buen zapato de tacón.
Las dos principales ventajas del bombacho con respecto al pitillo son la comodidad y la capacidad de disimular defectos, aunque hay pantalones pitillo cómodos, especialmente si son elásticos, sin embargo las sensación de ir comprimido es inevitable, las prendas flojas siempre favorecen una mayor movilidad y comodidad, por otro lado bajo un pantalón flojo podemos ocultar pequeñas imperfecciones de nuestro cuerpo, que una prenda pegada al mismo es incapaz de disimular.
En el fondo lo mejor es que actualmente somos nosotros los que elegimos, porque todavía hay «pantalones pitillo» en las tiendas, aunque se empiezan a ver los primeros «bombacho», algunos especialmente flojos con un estilo «cosaco», esta coexistencia de ambos tipos de pantalón, junto con otros incluso más clásicos y tradicionales rectos en la pierna, permite que seamos nosotros los que decidamos que es lo que más nos gusta o lo que mejor nos queda, sin imposiciones.