A día de hoy, muchos de nosotros solemos comprar artículos de moda por Internet. Es un proceso sencillo, rápido y totalmente transparente. Hacemos clic, por ejemplo, en la blusa que nos gusta, la añadimos al carrito y pagamos con nuestra tarjeta de crédito o por Paypal. Y voilà, al cabo de unos días, el pedido llega a nuestra casa. Antes de la llegada de Internet, mucha gente realizaba todo este proceso mediante los catálogos a domicilio. Es decir, catálogos de moda en el que marcabas los productos que querías, enviabas la hoja de pedido por correo ordinario y a la llegada del paquete, pagabas contrarreembolso. Esto que puede sonar a día de hoy a cosa del pasado (y lo es) se sigue utilizando mucho a día de hoy. ¿Por qué? Intentaremos resolver esta cuestión a lo largo del artículo.
Seguramente tú y yo hemos nacido con tecnología a nuestro alrededor. Si bien, no tenías un smartphone cuando eras pequeño, seguramente estabas familiarizado con los ordenadores o con aparatos similares. Por no hablar de los nativos digitales. Gente que sí ha crecido con la tecnología actual presente y es capaz de desenvolverse con ella facilmente. Pero hay otra gente que todo esto se le atraganta un poco. Gente que eso de comprar artículos por Internet les suena a película de ciencia ficción y que se sienten cómodos con lo de toda la vida.
Este tipo de personas reniegan del uso de Internet para sus compras, bien por comodidad, bien por desconfianza. La compra por catálogo les hace sentir que tienen el control del proceso de compra y que no están sujetos a una tecnología que ignoran. Aunque parezca que no, todas estas personas son un gran grueso de gente que las empresas de moda no están dispuestas a dejar pasar.
No lo digo yo, empresas como https://www.helloprint.es/ imprimen al año miles y miles de catálogos que son enviados a domicilio por las distintas firmas de moda.
Por otro lado, los catálogos son una manera sutil de buscar al cliente. De forma periódica, los clientes reciben estos catálogos en su propia casa. Ya, aunque solo sea por curiosidad, van a hojear unas cuantas páginas. En el caso de la compra online debe ser cliente en el que por motu propio visite la web, y eso lo hará en el caso de que necesite algo. Es una manera amistosa de decirles a los clientes: «Ey, ¿te acuerdas de mi?«.
Por último, se ha comprobado que el papel genera confianza en detrimento de lo online. Parece ser que realizar pedidos mediante un catálogo crea en los clientes una sensación de seguridad que no aparece al realizar una compra online. Es posible que sea por los múltiples hackeos de cuentas, el phising y demás problemas similares, pero muchos clientes sienten inseguridad al realizar compras en comercios online. Con esto no queremos decir que a la hora de comprar por catálogo no haya problemas, solo que parece que el papel nos hace sentir que está todo bajo control.
Como digo, los catálogos de moda y la compra por catálogo es una práctica que, a pesar del auge de las tiendas online, está dispuesta a quedarse muchos más años entre nosotros.