El cabello poroso puede parecer complicado de manejar, pero en realidad brinda una excelente ocasión para conocer mejor nuestras hebras y adaptar el cuidado adecuado. Con las estrategias y productos adecuados, es posible fortalecer, nutrir y mejorar el aspecto de las melenas porosas, e incluso, revertir esta condición. La porosidad del cabello se relaciona con la capacidad de absorción y retención de humedad. Se clasifica principalmente en alta, donde el cabello absorbe rápidamente el agua, y baja, donde la retiene. Es interesante observar que esta característica no es permanente y puede variar dependiendo de varios factores, afectando la textura y salud del cabello. María García, encargada de atención al cliente en Dalire, una reconocida marca sevillana especializada en champús sin sulfatos, nos proporciona información valiosa sobre cómo detectar y atender el cabello poroso.
Elementos externos como la exposición prolongada al sol, procesos de decoloración, tratamientos químicos y el uso continuo de herramientas térmicas, pueden ser causantes del daño y aumento de la porosidad en el cabello. Si notas que tu cabello se seca o se humedece con rapidez, se enreda, tiene tendencia al frizz, presenta una textura rugosa, se quiebra fácilmente o no mantiene un estilo por mucho tiempo, es probable que estés frente a un caso de cabello poroso.
Cómo cuidar el cabello muy poroso
1. Evita las agresiones
No uses herramientas muy calientes ni tratamientos agresivos. El uso excesivo de agentes secantes, tratamientos químicos, herramientas térmicas como planchas y secadores y la exposición al sol, pueden afectar la porosidad de tu cabello: “Todo ello, elimina la hidratación y puede dañar la cutícula, haciéndolo aún más poroso. Un buen protector solar intensivo con keratina, es la mejor manera de protegerlo de los daños y reparar la cutícula” – nos aconseja María García, responsable de experiencia de cliente de la firma sevillana Dalire.
2. Hidratación al máximo
El cabello de alta porosidad es frágil, así que evita el desgaste por exceso de peinado, cepillado y lavado. Lo más importante es tenerlo siempre hidratado, ya que estará protegido y eso es sinónimo de brillo, salud y felicidad. Una crema o mascarilla nutritiva es una buena opción para conseguir esa hidratación en profundidad.
3. Secado natural o baja temperatura
El cabello se seca muy rápido, olvida el secador (o úsalo a baja temperatura) y opta por dejarlo al aire libre.
4. Protege el color
Al teñir, los pigmentos pueden caerse con facilidad debido a esas cutículas sueltas. Usa champús y acondicionadores que protejan el color. Dalire recomienda un champú morado, perfecto para mantener el color y mejorar la salud de tu pelo.
5. Productos cremosos y nutritivos
El cabello poroso puede estar desprotegido, por lo que elige productos densos y cremosos que nutran y protejan: “Por ejemplo el coco, la keratina, la jojoba o la manteca de karité, que sellan la hidratación y alimentan el cabello. También algunos acondicionadores y tratamientos profundos” – añade María García.
6. Tratamiento prechampú
Las cutículas pueden absorber proteínas y aceites hidratantes como esponjas. Así que… ¿por qué no mimarlo con un tratamiento antes del champú?. Elige mejor fórmulas ricas en aceites y nutrientes y díle adiós a los productos aguados.
7. Peinados naturales
Muchos peinados se desvanecen en horas ya que el cabello poroso no mantiene el peinado por mucho tiempo. Si estás ante un día o evento especial, no olvides los productos de fijación fuerte.