Diversos factores, como el paso del tiempo, los cambios hormonales y la herencia genética, pueden ser responsables de la aparición de la piel mixta. Además, el entorno en el que nos encontramos desempeña un papel importante. Durante los meses secos del verano, la hidratación de ciertas áreas de la piel puede disminuir, mientras que en climas húmedos, la sudoración y la producción de grasa en la llamada «zona T» pueden aumentar. Una manera común de empeorar los problemas asociados con la piel mixta es el uso de productos que contengan ingredientes agresivos o irritantes, ya que estos pueden resecar ciertas partes del rostro y estimular la producción de grasa en otras áreas, especialmente alrededor de la nariz, que ya eran grasas.
Si necesitas un poco más de limpieza, puedes utilizar primero un aceite limpiador emoliente para disolver el maquillaje y un protector solar seguido de un limpiador hidrosoluble para eliminar todos los restos: “También podemos usar una mascarilla de arcilla para atraer y atrapar el exceso de grasa en la epidermis y dentro del poro, o un tónico hidratante, calmante y no irritante que tenga gran cantidad de ingredientes regeneradores y antioxidantes”.
¿Qué ingredientes debemos buscar?
Esperanza Sáenz recomienda exfoliantes como los ácidos glicólico y láctico, pero también calmantes como el aloe vera, las ceramidas o el ácido hialurónico: “Otro ingrediente a tener en cuenta es la niacinamida, ya que equilibra la grasa sin dañar la barrera cutánea, por lo que regula el sebo y mejora la hidratación al mismo tiempo. En otras palabras, todo un aliado para las pieles mixtas”.
Lo ideal es utilizar fórmulas que absorban la grasa o de acabado mate para las zonas grasas, y productos más emolientes para las zonas secas. Para las áreas grasas, mejor fórmulas más ligeras como productos con textura gel, loción fina o líquido: “Este tipo de texturas se distribuyen bien por capas, por lo que se pueden utilizar en todo el rostro. Después, sólo tendrás que añadir un aceite facial emoliente, un serum o una crema hidratante en las áreas secas, incluido el contorno de los ojos”. A la hora de maquillarnos, son preferibles los productos cremosos y sedosos en las zonas más secas, y polvos fijadores en las propensas a los brillos. Por supuesto, deben usarse productos no comedogénicos en todas las áreas para minimizar los brotes de acné en las zonas propensas a obstruir los poros.