Durante el 2010 hubo bastantes vestidos inspirados en los años 60, y este año 2011, no veo que la situación haya cambiado mucho, y hasta me atrevería a decir, que la moda apunta mucho más atrás en décadas inclusive.
Los vestidos abombados de los 50, los tipo lápiz, con cuello redondo y colores pasteles, con un largo hasta la rodilla, antes eran los vestidos de las dueñas de casa y hoy son lo más candente para las chicas que trabajan.
El estilo remilgado es justo lo que necesitábamos las oficinistas, con algunos toques chic, como las gafas oscuras y un bolso gigante, más los zapatos de tacón.
Las faldas pesadas, los abrigos acampanados y las blusas con cuellos altos, son sin duda, una tendencia que está lejos de irse, recién llega, y de seguro va a quedarse por mucho tiempo más.
Los colores pasteles y grises, con texturas de lana y piel, serán los preferidos para el invierno, y en cuanto a accesorios, he visto bastante de esas calcetas largas que van con botines o tacones. Estas calcetas ultra femeninas van adornadas con unos encajes en su borde. Yo todavía dudo si será mejor en cuanto a lo estético, usar calcetas o polainas…
Vía: Fashionishing