Mientras en Estados Unidos algunas autoridades se las ingenian para prohibirlos, las pasarelas europeas les otorgan absoluto protagonismo.
Son los baggy pants, que vuelven –aunque si uno está atento a lo que sucede en la calle, sabe que nunca se habían ido-, se inspiran en los tiempos de gángsters y Marlene Dietrich y, también, en los inefables ‘80s, con Duran Duran a la cabeza, y se reinventan –en todo tipo de tejidos, para el día en algodón, para el cocktail en lentejuelas, para la noche en pura seda-.
Diseñadores de la talla de YSL, Louis Vuitton, Givenchy y John Galliano adoptaron e idolatraron esta prenda en sus últimas colecciones.
Cada marca con su distintivo, pero todos con ciertas señas en común: talle alto (nada de mostrar el underwear, como sucede con los baggy pants de raperos y jóvenes alternativos… esos que provocan prohibiciones), anchos, abombachados, estrechos a partir de la rodilla y en telas con mucha caída.
Un look para cinturas marcadas y largas piernas, aunque tanta variedad promete encontrar un modelo adaptable a cada figura femenina… y masculina también, ¿por qué no?.