Cada vez es más habitual acudir a los tratamientos de medicina estética para estar mejor consigo misma. En la actualidad existen una amplia variedad de técnicas que permiten dar solución a esas imperfecciones de nuestro cuerpo. Esto provoca que en muchas ocasiones, los clientes no sepan cuáles son las mejores opciones para cada caso.
Aumento de labios, rinomodelación, proyección del pómulo o infiltración de arrugas son algunas de las peticiones más comunes, pero, ¿qué material es el mejor para cada caso? El equipo médico estético de Clínicas Dorsia te explica fácilmente las diferencias entre los más solicitados y eficaces, el ácido hialurónico y la hidroxiapatita cálcica.
¿Cuándo se recomienda utilizar ácido hialurónico?
El ácido hialurónico es una molécula que forma parte de la estructura de nuestra piel. En medicina estética, la infiltración de ácido hialurónico tiene grandes resultados en la restauración o creación de volúmenes en zonas más pequeñas y específicas como labios, pómulos o dorso nasal. También es un habitual a la hora de tratar arrugas finas, mejorar el aspecto de cicatrices, rejuvenecer los genitales femeninos o, incluso, las manos.
*La principal característica del ácido hialurónico, que lo diferencia de la hidroxiapatita cálcica, es que aporta una hidratación profunda a la epidermis y dermis.
Entonces, ¿en qué ocasión se opta por la hidroxiapatita cálcica?
La hidroxiapatita cálcica es un bioestimulador del colágeno, un componente que se encuentra en nuestra estructura térmica. En medicina estética se utiliza para recuperar el volumen de las estructuras faciales, además de redensificar y aportar firmeza en las capas más superficiales de la piel, consiguiendo así un rostro firme y descansado.