El sol es muy beneficioso para nuestro organismo, pero si no tomamos ciertas medidas, puede provocarnos grandes problemas debido a los rayos Ultravioletas o rayos UV. Se trata de una radiación a la que estamos expuestos durante todo el año, aunque los meses de veranos son cuando más fuerte aprietan. El problema es que no siempre tomamos las medidas necesarias para protegernos de ellos.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), anualmente más de 65 mil personas fallecen por cáncer de piel y anualmente se diagnostican más de 13 millones de casos de cáncer de piel.
¿Cuáles son los tipos de rayos?
Entre todos los rayos, los más peligrosos para nuestra salud son los siguientes:
- Los rayos UVC: Son los más dañinos pero afortunadamente son filtrados por la capa de ozono de la atmósfera y la estratósfera.
- Rayos UVB: Causan enrojecimiento y quemadura solar. Son responsables del bronceado pero también causan la mayoría de los cánceres de piel.
- Rayos UVA: Llegan en mayor cantidad, causan envejecimiento de la piel y están asociados al daño de la piel a largo plazo, manifestando arrugas. Se considera factor de riesgo para algunos tipos de cáncer.
¿Cómo podemos hacer para proteger nuestra piel?
Para proteger nuestra piel del daño de los rayos ultravioletas, lo más importante es utilizar una crema protectora adecuada. Aquí nos encontramos un par de casos:
- El bloqueador solar: Este impide que la radiación alcance tu piel, ya que refleja completamente los rayos UV. Tiene un estado espeso y se caracteriza por tener un color blanco.
- El protector solar: Contiene protección química y reduce la cantidad de rayos que penetran en la piel, es decir, absorbe la radiación ultravioleta.
Además de estos productos, es aconsejable evitar estar expuestos al sol en las horas del día que más calor hace, así como renovar nuestra protección cada cierto tiempo ya que las cremas, pasado un tiempo, pierde su acción protectora.