La Covid-19 está afectando a muchos sectores de la economía, y la moda no iba a ser menos. Este sector se ha tenido que adaptar a los nuevos tiempos, dejando los desfiles presenciales para otra ocasión y apostando por el formato digital. Es el caso de la Valmont Barcelona Bridal Week, donde la firma nupcial bilbaína Sophie et Voilà acaba de presentar su nueva colección.
La pandemia ha cambiado nuestras rutinas, hábitos de vida y también nuestra forma de casarnos. Cada vez, son más las parejas que aplazan las celebraciones de sus bodas sin renunciar a decir ‘¡Sí quiero!’ en ceremonias íntimas. En ellas se abren paso, siluetas sinuosas, patrones minimalistas y opciones en pantalón sobre otros elementos tradicionales en la estética bridal.
Un nuevo paradigma al que esta firma, de producción íntegramente española, quiere adaptarse y que se ha materializado en todas sus propuestas. Entre sus accesorios, sorprenden unas máscaras de tela protectoras, ofrecidas como complemento indispensable.
La colección: una oda a la individualidad femenina
Cada mujer es una mezcla de virtudes y contradicciones, combinaciones y permutaciones infinitas de temperamentos. Esa es la magia que hace que seamos tan distintas y, a la vez, tan maravillosamente únicas.
Creativas, trabajadoras, empresarias, amigas, viajeras, familiares, soñadoras, empáticas, luchadoras, poderosas, valientes, románticas… Hay tantos tipos de mujer como novias son capaces de interpretar en Sophie et Voilà y es en base a ese principio de eclecticismo, sobre el que se construye la última colección nupcial de la etiqueta para la temporada 2021, que se ha presentado este viernes 18 de septiembre a las 13.00 h en el marco de Barcelona Bridal Wee
Su repertorio de piezas para la próxima temporada se amplía. Sobre los clásicos patrones implícitos en el ADN de Sophie et Voilà, que caminan entre las siluetas tubulares y los volúmenes esculturales, se imponen otras como; los vestidos de inspiración setentera en clave ‘mini’, los trajes de novia con pantalón o los ‘crop tops’ con lazadas sobredimensionadas.
En la serena colorimetría de su propuesta conviven, el blanco y el negro como un binomio ganador. El primero, es el color nupcial por excelencia, protagonista indiscutible de la colección, sinónimo de minimalismo, pureza y luz. Por su parte, el negro refleja el contrapunto. El color insignia de la elegancia y la sobriedad también está asociado a la cultura vasca, por eso, se aprecia en pinceladas de cada diseño “así recordamos quiénes somos y de dónde venimos” admite Saioa Goitia, CEO de la compañía.
Los tejidos están dotados de mucha fuerza y peso, lo que acentúa la carga arquitectónica de la propuesta, a los rotundos crêpes de seda se sobreponen otros, más novedosos, como el mikado, el trussord o las organzas de seda.
¿El resultado? Una colección que pretende cautivar a todas esas mujeres que no necesariamente sueñan con ser princesas en el día de su boda. “Somos mujeres y defendemos los contrastes tanto en la cultura como en el pensamiento», reconoce Sofia Arribas, a lo que añade «Nuestra tierra y el color negro como contrapunto del blanco siguen siendo nuestras señas de identidad. Una identidad, un diseño y una forma de pensar capaz de representar todos los tipos de feminidad. Todas mujeres, todas irrepetibles”, apunta Arribas.