Los vestidos de fiesta podrían ser prendas que debieran poder usarse en cualquier parte, pero nunca un vestido de fiesta conseguirá este fin. Muy por el contrario, un vestido de fiesta tiene que coincidir con la temática a la cual va a asistir, como podría ser una fiesta de boda o un simple cóctel.
El vestido negro fue y ha sido siempre una especie de comodín para muchas chicas durante años, pero ahora esta tendencia, para suerte nuestra, ha cambiado radicalmente. Hoy podemos encontrar una amplia gama de vestidos, que se adaptan según la ocasión.
Los vestidos de fiesta modernos se distinguen por sus colores, formas, telas, largos y cortes. Los colores ahora son mucho más vivos que los de esos vestidos de fiesta usados hace un par de años atrás.
Yo creo que todas estamos bastante de acuerdo con que hoy en día, los vestidos de fiesta más sexy son aquellos de colores rojo, azul, amarillo, fucsia y hasta morado. Las texturas también, se han vuelto más atrevidas, y hoy es usual ver vestidos transparentes o que permiten un ajuste casi como si fueran una segunda piel. Las sedas, los rasos, crepés, chiffón y encaje son texturas que ya no nos causan sorpresa, y por lo mismo, debemos sacarles partido.
Los cortes de los vestidos de fiesta son también, cada vez más variados, y así es como vemos el corte tipo vaina, sirena y de trompeta, que dicho sea de paso, son los más cotizados por la forma corporal perfecta que permiten proyectar.
Vía: Fabsugar
