“Lo que el chocolate no puede hacer, los zapatos si pueden conseguirlo”, dicen cuando una persona debe estar en muy buena forma física para superar una situación financieramente estresantereo, si no me equivoco, que ese es el significado…
Los zapatos Rodarte podrían cumplir perfectamente con aquella misión, si consideramos el grosor de los tacones, que permite caminar con tranquilidad, la suavidad de su cuero, que les permitiría ir con o sin medias y los cordones, que les dan un toque muy particular a estos zapatos que más se asemejan a un botín, aunque no lo son precisamente.
Algunos de los modelos de Rodarte me fascinaron, porque vienen forrados en tejidos brillantes, que me hacen pensar más en un zapato apropiado para asistir a un cóctel o a una fiesta, pero no, son zapatos para el día a día.
Hace poco encontré y me compré unos zapatos que en vez de estar confeccionados en el típico cuero, verdadero o falso, estaban hechos de una tela que se asemeja a la gamuza, pero es tela suave, y la gran maravilla es que desde la primera postura no había nada de apretujones ni molestias. Todo lo que digan los dependientes de tiendas, que el cuero cede es una gran patraña y mentira, ya que los cueros sean verdaderos o falsos, no ceden sino hasta después que te rompen los pies, y eso nadie querría tener que pagarlo como un costo para recién poder usar un “zapato blando”, ¿verdad?.
Vía: Fashionising