Cómo dejar de comprar ropa sin pensar 

¿Con qué frecuencia te encuentras en el sofá, comprando ropa sin pensar cuando estás aburrida? Para muchas de nosotras, la experiencia de comprar ropa ha evolucionado hasta convertirse en una fuente continua de entretenimiento las 24 horas del día, los 7 días de la semana. Pero, comprar de esta manera en realidad no nos hace más felices. Entonces, ¿por qué todavía lo hacemos? Y lo que es más importante, ¿cómo podemos reducirlo hasta dejar de hacerlo?

Comprar por comprar

Comprar por comprar solo hace que el materialismo impulse la sociedad y lo que es peor, perjudica al medio ambiente por todo el gasto que genera la producción de prendas y el desecho de las mismas cuando nos cansamos de ellas (cuando lo ideal sería darles una vida más larga vendiéndola en segunda mano o donándola a personas necesitadas).

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Esta es la mejor razón para disminuir tus gastos: vivir con menos es realmente bueno para ti. Tienes más espacio en tu armario (se ha demostrado que la limpieza espacial mejora el bienestar a largo plazo) y también hay grandes beneficios financieros. Si no estás comprando muchas cosas baratas por impulso, puedes reestructurar tu presupuesto y aun así comprar algunas piezas de alta calidad.

Sabemos que necesitamos comprar menos, pero cuando estamos constantemente bombardeados con anuncios, ofertas y códigos de descuento, puede ser más fácil decirlo que hacerlo. Aquí hay algunos consejos para reducir tus gastos para una billetera, un armario y un planeta más saludables.

Invierte en tu yo futuro

No tienes que dejar de comprar por completo. Comprar menos es una oportunidad para comprar mucho mejor. Se trata de invertir en tu armario a largo plazo y considerar con qué frecuencia usarás algo. No se trata solo de lo que se ve genial en Instagram, debemos pensar: ¿realmente quiero usar esto dentro de dos años?

Aprende en cuanto al comportamiento de compras

La educación puede ser confrontadora e incómoda, pero es crucial para el cambio de comportamiento. Existe un sesgo psicológico reconocido de que te proteges de la información con la que no estás de acuerdo, información que te causa disonancia cognitiva.

La psicología social muestra que para cambiar las actitudes de las personas se necesitan grandes choques psicológicos. Afortunadamente, existen muchos recursos para ayudarte en tu viaje de aprendizaje. Buscar información, lee libros o visualiza documentales que te ayuden a comprender sobre las compras compulsivas.

No lo pienses demasiado

Puedes enredarte fácilmente en todas las certificaciones de la moda, la compra verde y los debates sobre cuero sintético versus natural o vegano versus cuero real. La sostenibilidad es realmente complicada, pero puedes tener una relación más saludable con la moda que es mucho más fácil de entender. Simplemente compra cosas de mayor calidad y cuídalas bien. Amar tu ropa es la forma más fácil, divertida y amable con la que puedes disfrutar más.

comprar con Payback y ahorrar
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Piensa de forma holística

Si tu armario es abrumador, comienza a buscar cómo hacer pequeños cambios ecológicos en otros aspectos de tu vida para facilitar la mentalidad de vida lenta. Las personas que comienzan a adoptar un estilo de vida de cero desperdicio tienden a llegar también a su ropa. Pueden comenzar haciendo abono o cambiando sus cepillos de plástico por unos de bambú, y mientras reorganizan su cocina, eso comienza a extenderse a otras áreas de su vida.

Date de baja en las suscripciones

Puedes resistir cualquier cosa menos la tentación. Cerrar los canales que las marcas usan para anunciarse es una buena manera de resistir el encanto de las cosas nuevas y brillantes. Date de baja metódicamente de todas las marcas de moda rápida de las que recibes notificaciones y elimina cualquier aplicación de moda rápida de tu teléfono para no tener la tentación de mirarlas.

Escúchate a tu mismo, no a las influencers

Desarrolla tu estilo personal basándote en cómo te hace sentir la ropa, no en lo que alguien te dice en las redes sociales. Se necesita mucha confianza para alejarse de la máquina consumista, decidir qué te gusta y qué no, y llegar a la conclusión de que no necesitas personas influyentes que te digan qué comprar. Puedes darte cuenta de eso por ti mismo y es una realización realmente saludable.

En una sociedad basada en el consumo, comprar menos no es una ambición fácil, pero los beneficios superan con creces los costos. Esto será mejor para ti, mejor para tu comunidad, mejorará tu bienestar y reducirá las presiones ambientales. Vas a estar ayudándote a ti mismo y al planeta.

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