Si quieres vestir elegante es posible que pienses que es sinónimo de gastar mucho dinero, pero con los consejos que te vamos a dar aquí, verás que no es necesario. Aprenderás a lucir elegante sin necesidad de que tu cuenta corriente baje demasiado rápido. Es más, la gente que te conoce pensará que vistes caro cuando en realidad no es así.
No te pierdas estos consejos porque son los que te van a ayudar a destacar entre la multitud. Tenlos muy en cuenta porque serán los que a partir de ahora, te ayuden a seguir un patrón y una estrategia de vestimenta eficaz.
Presta atención a la ropa para que combine bien
No importa cuánto o qué poco gastes en tu ropa, si no te queda bien, te verás descuidado o incluso caricaturesco. Blusas que se abren, dobladillos de las piernas de los pantalones que son demasiado cortos o demasiado largos, blusas que no se ajustan bien a los hombros; todo esto puede parecer insignificante, pero marcan una gran diferencia en el aspecto general.
Si no está segura de por dónde empezar, solicita la ayuda de un amigo o incluso un empleado en una tienda de ropa para evaluar el ajuste de una prenda. Recuerda, el tamaño numérico de una etiqueta de ropa no está escrito en piedra; diferentes marcas y diseñadores miden su ropa de manera diferente, así que debes probarte la ropa de una o dos tallas en cualquier dirección de la talla que creas que tienes.
Cuanto mejor te quede una prenda, más la usarás y mejor será la inversión. No te fijes tanto en la talla, fíjate más en cómo te queda. Si es necesario busca ayuda de un sastre si te gusta una prenda pero te queda del todo bien ajustada en tu cuerpo.
Menos es más
Con esto queremos decir que la calidad es mejor que la cantidad de ropa que tienes en el armario. Uno de los sellos distintivos de una apariencia elegante y bien ensamblada es la calidad de las piezas en sí. Concéntrate en telas de alta calidad que se ajusten bien al cuerpo. El trabajo de costura debe ser impecable, las faldas y chaquetas forradas, y las medias o calcetería deben ser de una calidad que no se vea demasiado brillante o desigual cuando se estire.
Busca piezas que estén hechas de telas naturales como lana, seda y algodón. La tela debe tener una buena «mano»; esa es la industria que habla por lo que se siente.
Esto puede ser particularmente desafiante cuando te compras en muchos minoristas del mercado masivo, ya que el enfoque actual en la moda rápida (la jerga de la industria para la práctica de los minoristas que mantienen artículos nuevos y de bajo costo que circulan en las tiendas semanalmente) ha significado una disminución inevitable en la calidad.
Es igualmente importante recordar que solo porque esté comprando en una tienda de alta gama, la calidad de una prenda no mejorará automáticamente… No importa dónde compres, inspecciona una pieza antes de comprometerte a comprarla. No solo debe gustarte el aspecto, la sensación y la caída de una prenda, sino que debes estar segura de que te durará tiempo en buenas condiciones.
Una pieza cara que tienes miedo de usar no es una buena inversión. Una pieza cara que usarás durante los próximos diez años y que sustituirás a cuatro piezas menos caras es una gran inversión. Ahorra más comprando menos.
Corta el desorden
La legendaria diseñadora Coco Chanel tuvo una excelente manera de evitar trabajar demasiado en un look. Antes de salir de la casa, hacía un balance de lo que estaba usando y luego se quitaba la única cosa que le llamaba la atención. Ya sea que esa cosa fuera un brazalete, un anillo o una bufanda, sintió que la práctica mantenía las cosas en equilibrio. Viniendo de la mujer que una vez dijo que “una chica debe ser dos cosas: elegante y fabulosa”, este parece un buen consejo.
Mantener las joyas y otros accesorios al mínimo es clave para mantener su estilo refinado y sofisticado. Deja las pulseras de la “fiesta del brazo” en casa y elige un collar o aretes para complementar tu estilo, no ambos. Si debes usar ambos, hazlos delicados y elegantes para que el look sea equilibrado y no compitan entre sí.
Si bien tus joyas no tienen por qué ser caras, definitivamente deberían verse caras. Hay muchos diseñadores de bisutería que hacen piezas que parecen tan reales que ni siquiera un joyero podría notar la diferencia. El secreto es la escala; mantén los aretes alrededor de uno o dos quilates, y las piezas de plata u oro deben ser de un tamaño moderado (por lo que queremos decir creíbles) y verse nítidas, brillantes y elegantes.
Si quieres usar una bufanda, elige una que esté hecha de una tela lujosa (o una que se vea y se sienta como una tela lujosa). Hay muchos minoristas con descuento en los que comprar bufandas de cachemira y merino 100% reales por una fracción de las principales casas de diseño. Una vez más, el secreto es centrarse en la mano y la caída de la tela, y no en la etiqueta de la marca.
Las piezas bien decoradas, ya sean prendas, joyas o accesorios, se pueden encontrar en cualquier lugar. Ya sea que prefieras comprar en minoristas del mercado masivo, tiendas de segunda mano o en boutiques de diseñadores de alta gama, el secreto es buscar, ser paciente y no conformarse con menos que lo que estás buscando.
