La colección Gucci resort nos muestra líneas estilizadas, bastante cuero, pantalones ajustados, y colores predominantemente claros, haciendo un contraste importante con las colecciones presentadas en otras oportunidades, donde el negro era el que se imponía siempre.
Las plataformas parecen volver una y otra vez cada año, creo haber visto, si no me equivoco, durante los últimos diez años, un ir y venir de las mismas, repitiéndose en formas, colores y alturas. Creo que los zapatos que tuvieron nuestras madres en los 70 perfectamente pueden ser reciclados, porque en diseños, no han cambiado mucho, y a los vestidos, la única diferencia que le veo hoy con los de aquellos años discotequeros, son las telas, porque si se fija bien, el cuello halter, las capas, los vuelos y las ondas, se repiten, una y otra vez.
Y podría ir más lejos, porque si analizamos detenidamente los peinados, también son iguales a los de los años 70, cambiando naturalmente la composición de los productos que usan los estilistas, que por lo que se ve, le dan un acabado más natural que el de aquellos años. Las gafas grandes de sol, con marcos llamativos, nos dejan también con la sensación de haber regresado a los 70.
Gucci, como siempre, destaca por la elegancia y sobriedad. No hay ningún conjunto que deje de sugerir otra cosa que no sea elegancia y femineidad.
