El año pasado no quedó más remedio que suspenderla Semana de la Moda de Japón por las tragedias naturales del terremoto y el tsunami. Este año arranca de nuevola Mercedes-Benz Fashion Week de Tokyo, se viste con sus mejores galas y reabre sus puertas con un programa realmente espectacular.
El año 2011 fue realmente tenebroso para Japón, los desastres naturales consecutivos causaron irreparables pérdidas causando una tragedia nacional que obligó a cancelar muchos de los actos internacionales programados, entre ellos la Tokyo Fashion Week. Esta medida obligó a la industria de la moda a continuar su labor buscando nuevas vías de expresión, y las encontró en Internet, creando una plataforma online para difusión, distribución y venta de la moda japonesa.
Pero este año la semana de la moda ha vuelto. Ayer se celebró la jornada de inauguración con más esplendor que nunca. La elegante Kamishima Chinami y la irreverente y descarada Jenny Fax han estrenado pasarela mostrando lo que será la tendencia para el próximo otoño invierno 2012-13. Jenny Fax ha causado un gran revuelo permaneciendo fiel a su filosofía de “yo soy yo”. Con modelos totalmente fuera de las pautas habituales, Fax enarbola la bandera de la moda adolescente y callejera con looks totalmente “anime” para jóvenes inconformistas.
La vanguardia conceptual ha estado representada una edición más por el talento de Yuima Nakazato, cuyas propuestas consiguen siempre sorprender y maravillar. Este diseñador, galardonado con numerosos premios tanto de moda como de diseño de complementos se licenció con honores enla AntwerpRoyalAcademy de Bellas Artes de Bélgica, y sus colecciones están siempre tan relacionadas con el Arte Contemporáneo como con la moda.
Otra nota de independencia de pensamiento y creación la pone Joji Kojima cuyos diseños de joyería han embelesado al mundo de la moda. Sus piezas son atrevidas y escultóricas de estilo barroco, fetichista y fastuoso. Le han hecho famoso sus máscaras decoradas con cientos de diamantes, joyas preciosas y cadenas y el diseño del sombrero Yoshiko B-612, que Lady Gaga lució con convicción convirtiéndola en una adicta a las creaciones de Kojima. Lleva diseñando desde los 15 años y tras ser asistente de la marca Yoshiko Creation Paris, lanzó su propia marca en 2012, con la que lleva rompiendo moldes hasta ahora.