El look punk es un clásico londinense que los diseñadores ingleses suelen adoptar naturalmente, aunque más no sea en algunos pocos accesorios. Tal es así que en la Semana de la Moda de Londres no faltó esta tendencia, de la mano de Luella.
Esta diseñadora nacida en Stratford-Upon-Avon hizo su debut en las pasarelas en el año 2000, definiendo su producción como aquellos “atuendos en los que puedes embriagarte y tropezarte”.
El show contó con la presencia de Bob Geldof, uno de los pioneros del punk y su hija Peaches, actual icono de la moda británica, quienes apoyaron a Pixie en su debut como modelo. También concurrieron el infaltable Kanye West y la cantante de Girls Aloud, Nicola Roberts.
La colección Otoño / Invierno 2009-10 de Luella Bartley fue ante todo ecléctica. La pluralidad de piezas incluyó: pantalones de montar, abrigados trajes de falda de lana con chaquetas entalladas, vestidos cortos negros con cierres y botones dorados o bien con hileras verticales de moños.
Como todo escenario punk, el negro fue el color predominante, combinándose con brillos dorados en medias, accesorios o terminaciones. También se ofrecieron piezas en color pastel, como vestidos o camisetas.
Para complementar la estética delineada, Luella optó por peinados voluminosos o coloridos: crestas mohicanas, extensiones y flequillos fucsias y batidos afro.
La colección de la Diseñadora del Año 2008, si bien quizás demasiado heterogénea para una pasarela, supo encontrar la femineidad en lo andrógino, algo que no podría sino ocurrir en Londres.
