¿Sabes cuál es tu talla de sujetador o simplemente te compras el que te venga bien sin mirar la talla? Para ir a la moda y también para cuidar la salud de tus senos, es importante de que sepas cuál es tu talla y que conozcas cuáles son las señales de que estás usando una talla de sujetador incorrecta.
El sujetador es importante porque protege tus senos y es una parte importante de tu vida diaria. No importa el tamaño de tus pechos, el sujetador es una parte imprescindible de tu vestimenta. Así nunca más volverás a llevar un sujetador que no se ajuste a tu talla de pecho.
A continuación no te pierdas las señales de que estás usando la talla de sujetador incorrecta. ¡Toma nota para que no te vuelva a pasar!
1. Tu pecho sobresale
Si te das cuenta de que tu pecho sobresale por la parte superior, inferior o los laterales del sostén, está claro de que no es tu talla y que ese sujetador no te va bien. Las copas de los sujetadores para que se pueda adaptar al seno. Si te sobresale la mama por algún lado, es que ese sujetador es demasiado pequeño para ti.

2. Se te caen los tirantes
Si todo el tiempo los tirantes de sujetador están cayéndose aunque los ajustes una y otra vez, ese sostén no es para ti. Quizá hayas lavado bastantes veces ese sostén y por eso los tirantes han dado de sí. Si cuando mueves los hombres los tirantes se caen, desecha ese sujetador para siempre.
3. Utilizas el último gancho
Para que un sujetador sea de tu talla, no tienes que ir al último gancho cuando te lo pones. Siempre debes ajustarlo con el primero de todos y que no quede suelto en tu cuerpo. Como mucho lo puedes poner en el del medio, pero si tienes que ir al último, definitivamente no es tu talla.

4. La banda se sube demasiado en la espalda
La banda del sujetador no debe subirse demasiado en la espalda, de hecho, debe quedar horizontalmente plana en tu espalda. Cuando te pruebes un sujetador, deberás mirarte en el espejo antes de ponerte la ropa para saber exactamente dónde queda la banda.
Otra opción es mover los brazos por encima de la cabeza para comprobar si la banda se mueve hacia arriba o no. Si lo hace, debes conseguir un tamaño que se ajuste a tu cuerpo.
5. La parte central de tu sostén no descansa en su lugar
Si esto no ocurre, está claro que debes probarte otra talla porque ésa no se ajusta a ti. La parte centrar debe apoyarse en su caja torácica para que te des cuenta que es buena opción para ti. Puedes preguntar en la tienda o mirar las medidas estándar en internet.
6. El aro se te clava
Si tu sujetador tiene aros y éstos se te clavan, está claro que ese sujetador no es una buena opción para ti. Primero, porque no está en buen estado y segundo, porque te pude hacer daño mientras se te esté clavando el aro. Resulta muy incómodo e incluso doloroso.
7. Ves bultos y protuberancias alrededor del área del pecho
Si te has dado cuenta que te han salido bultos o protuberancias en el pecho, entonces no te pongas el sujetador que piensas que te lo ha provocado. De hecho, si esos bultos te duelen o te parecen preocupantes, acude a tu médico para ver la gravedad de los mismos.

8. Te deja marcas
Un sujetador no debe dejarte marcas, ni heridas ni nada por el estilo. Si después de usar durante varias horas un sostén te das cuenta de que tienes marcas profundas o superficiales, es porque ese sujetador es demasiado pequeño para ti y debes cambiar a otro. Escoge la talla correcta y no permitas que tu piel sufra.
9. Te duele
Si te duele… definitivamente no es para ti. No puede causarte dolor ni en la espalda, ni en el pecho ni tampoco en el cuello. Una talla incorrecta de sujetador te puede hacer bastante daño y es mejor que esto no te ocurra.
Pide ayuda a un profesional para que te indiquen cuál es tu talla adecuada y cíñete a ella cuando quieras comprarte un sostén. Es la única manera de encontrar la talla exacta para ti y que los sujetadores no te causen molestias.
Los sujetadores, al igual que otras prendas, se desgastan con el tiempo y tu cuerpo cambia. Si no puedes soportar la idea de separarte de tu sostén favorito, debes modificarlo para que no te cause ningún dolor. Asegúrate también de ponerte el sujetador con la talla correcta.
Mide tu pecho con una cinta métrica para que de esta manera puedas encontrar el sujetador que realmente se adecue a tu pecho. ¡Seguro que ahora te resultará más fácil!