¿Sueles decolorar el pelo en casa? ¿Eres de las que cogen brocha y mezcla y se convierten en peluqueras por un día? Esperemos que no cometas ninguno de estos errores, pero por si acaso, échales un vistazo y confirma que todo lo haces bien. ¿o no?
Mechas, reflejos, baños de color, tinte… Hay cientos de opciones para decolorar el pelo y todas pueden quedar muy bien. O muy mal. Y al igual que un corte, no es algo que pueda solucionarse en un día y de manera rápida y natural. Por eso queremos recordarte los principales errores que la gente suele cometer a la hora de decolorar el pelo. No te la juegues y conoce bien ésta técnica porque no queremos que acabes con el pelo hecho un desastre. ¿Preparada?
Decolorar el pelo ¿sí o no?
No hay que confundir la decoloración con la coloración. Como su propio nombre indica, la coloración es dar color (o cambiarlo) al cabello. Sin embargo, decolorar el pelo consiste en bajar unos tonos el color natural de nuestra melena. Es decir, pasar de ser rubia ceniza a rubia platino o morena a castaña.
Lo primero que tienes que tener en cuenta es que no todos los cabellos resisten a una decoloración. Es un proceso agresivo (queramos o no) y daña en gran medida la fibra de nuestro pelo. Por eso, si eres muy morena será mucho más difícil hacer una decoloración completa porque corres el riesgo de quemar tu cabello. Por el contrario, si nunca te has sometido a una coloración, decoloración o tratamiento dañino, la decoloración será menos agresiva y durará mucho más tiempo.
Consejos para decolorar el pelo en casa
Primero de todo: para decolorar el pelo olvídate del agua oxigenada y falsos mitos. Puedes probar pero… ¡no hay vuelta atrás! y corres el riesgo de acabar con un pelo amarillo pollo. Compra los productos en tiendas de belleza especializadas. Necesitarás:
- Decolorante en polvo (puedes adquirirlo en cualquier tienda especializada)
- Una brocha y un recipiente de plástico (para mezclar los polvos con agua)
- Champú matificador (para lavar después del proceso y que quede más natural)
Pasos para la decoloración
- Antes de decolorar el pelo, cuida en extremo tu melena. Durante la semana de antes, utiliza acondicionador, aplica alguna mascarilla, lávalo con productos naturales y no le sometas a altas temperaturas como la plancha o el secador.
- Aplícate un poco de la solución decolorante detrás de la oreja. Déjalo actuar unas 24 a 48 horas y observa si presentas alguna reacción alérgica. Parece una tontería pero hay un porcentaje considerable de que lo seas y no queremos imaginar qué podría pasar si lo aplicas en toda la cabellera sin comprobar reacciones adversas.
- Aquí no hay una norma universal. Cada producto tiene su aquel. Por lo general, hay que mezclar 1 parte de decolorante con 2 partes de corrector de color, pero las instrucciones te darán medidas exactas.
- La oxigenta puede decolorar la piel y la ropa así que utiliza guantes de látex y haz la decoloración con ropa a la que no tengas demasiado cariño.
- Separa el pelo por secciones (cuatro) y comienza a aplicar el decolorante (comienza a decolorar el pelo por las puntas y posteriormente las raíces)
- Deja actuar al decolorante 30 minutos (cuanto más lo dejes, más claro quedará el cabello). Cubre el pelo con film transparente para que actúe más rápido. Eso sí, nunca dejes actuar más de 45 minutos.
- Aclara con agua fresca y lava el cabello con champú matificador.
Principales errores en la coloración del pelo
Tanto a la hora de colorar como de decolorar se suelen cometer algunos (o muchos) de estos errores. ¿Es tu caso? ¡evítalos!
- Equivocarse con el color: por muchas revistas de belleza que leamos, no somos especialistas. Consulta con un profesional si el color que has elegido es apto para tu melena. El corte, el tono de piel, la forma del rostro y la calidad del cabello son solo algunos factores a tener en cuenta para que todo salga bien.
- Teñirse en verano: puedes teñirte en verano, pero corres el riesgo de que el color se aclare hasta dos tonos más con el sol. ¿Un truco? Elije un tono más oscuro al deseado y el sol se encargará de aclararlo. Si no, elije el tono de siempre pero extrema las precauciones utilizando protectores solares capilares.
- Lavar el pelo antes de aplicar el tinte: muchos creen que es un mito, pero lo cierto es que los aceites naturales del cabello ayudan a que los pigmentos se adhieran mejor a la fibra capilar. Y no solo eso, además si el cabello está completamente limpio el cuero cabelludo queda más desprotegido y pueden surgir erupciones o descamaciones.
- Pasarse de tono: si dejas el producto demasiado tiempo en el cabello ‘puedes pasarte de la ralla’ y acabar más rubia de lo que querías. Revisa cada 10 minutos el pelo para ver la evolución y retira siempre un poco antes del color que deseas. Ten en cuenta que cuando seques el cabello quedará mucho más claro que mojado.
- Aplicar el tinte en zonas como las cejas: nunca uses el mismo tinte para decolorar el pelo y para teñir o decolorar las cejas. Suelen ser productos demasiado fuertes y pueden quemar el vello. Busca productos específicos para cejas.
- Mechas demasiado gruesas: a veces, con las prisas, pecamos de coger mechones demasiado anchos. Recuerda que cuando más estrecho sea el mechón, más natural será el resultado.
- Reaplicar sobre las mechas anteriores: nunca reapliques el producto sobre toda la melena. Cuando quieras corregir o tapar las raíces aplica el decolorante o tinte sobre la parte que quieras modificar. Ponlo solo en las raíces y minutos antes de retirarlo, peinalo hacia las puntas para darle unidad.
- Teñirse después de un alisado: los productos para alisar el pelo como la keratina suelen aclarar uno o dos tonos el pelo. Por eso, no es muy recomendable teñirse inmediatamente después de este tipo de tratamientos. Deja el pelo ‘virgen’ durante, al menos, un mes.
- No te fíes de la caja: Nunca suele coincidir el color de la caja con el color que realmente queda en el pelo. ¿Un truco? corta dos o tres pelos y tíñelos (o decolóralos) para que veas como queda en tu pelo y cuál será el resultado real.
¿Nuestro último consejo? Si no estás segura… ve a un profesional. Ponerse en manos de expertos es siempre la mejor solución para evitar posibles (y malas) sorpresas. Y hablando de errores, aquí te dejamos los 6 errores de maquillaje más comunes que todas (o casi todas) hemos cometido alguna vez. ¿Y tú?