Ya pasó el Año Nuevo o la Noche Vieja, como prefieran llamarle, y ya estamos nuevamente de regreso a la realidad, al día a día en el trabajo, con los problemas de siempre, pero con el buen recuerdo de esa cena glamorosa y los abrazos fantásticos de tanta gente hace pocas noches atrás.
Regresar a la rutina del trabajo, requiere de un poco de estilo. Este año hay que aprovechar las tendencias de moda e ir tras las prendas y conjuntos más amigables para el trabajo. Todas nos hemos preguntado en alguna ocasión, si acaso la ropa casual es la mejor opción, y yo diría que sí.
Para empezar, los zapatos tienen que ser planos, o al menos, con un taquito pequeño. Si la necesidad de verse más altas las supera, entonces, la solución está en las plataformas.
Las blusas tienen que ser holgadas, y idealmente que sean de telas vaporosas, como la seda, el tafetán y las gasas.
Las blusas grandes nunca antes me habían gustado, pero descubrí, cuando empecé a trabajar, que era mucho más fácil vestirme cada mañana si echaba mano a una blusa grande, que podía ir perfecto con uso leggins, una falda o hasta un pantalón de vestir. Es como si esas blusas se adaptaran a todo, y así y todo, puedo seguir diciendo que no me gustan, pero que a la vez me encantan.
Los camisones largos, son otro esencial de oficina, y tienen otra ventaja, que no es poco importante, ya que logran disfrazar cualquier defecto si en tus vacaciones te pasaste con los kilos, o si ese día, amaneciste algo inflada y no andas de humor para ir tan producida a las reuniones.
Vía: Refinery29
