El sueño de cualquier mujer es poder conseguir una piel suave, uniforme y que no tengan ningún tipo de imperfección. Dicho de esta forma, puede hacernos pensar que necesitemos mucho dinero en carísimos tratamientos adquiridos en comercios especializados. Pero una cosa debemos dejar bien clara, no siempre los productos más caros son los mejores. En muchos casos, los trucos de belleza más efectivos son aquellos que podemos realizar en casa y que han pasado de generación a generación como ocurre con las mascarillas caseras.
¿Por qué utilizar mascarillas caseras?
Si nos fijamos en la composición de las mascarillas caseras, lo primero que nos daremos cuenta es que en su composición, no se utiliza ningún tipo de producto químico que nos pueda hacer más mal que bien. Todos son ingredientes naturales que podemos encontrar en cualquier nevera.
Recetas de mascarillas caseras hay muchas, por este motivo, antes de lanzarnos a lo loco es necesario pensar cuál es nuestro objetivo que queremos conseguir (hidratar, reafirmar, iluminar,…) para sí buscar recetas para esos casos. Sea cual sea tu tipo de piel, seguro que encuentras una mascarilla perfecta para ti.
Mascarilla para suavizar e iluminar tu rostro
La mascarilla casera de la que hoy queremos hablaros está pensada para ayudar a suavizar e iluminar el rostro. Es perfecta para dar vida a la piel, para hidratar la misma y nutrir ésta. Recuerda que la piel del rostro es delicada, no debes echar cualquier crema o gel sobre ella. Incluso si utilizas cremas de rejuvenecimiento, procura que sean aptas para la edad real que tienes.
Una buena mascarilla casera que te ayude a devolver la iluminación a tu rostro, es estupendo. No es complicada de realizar y sus efectos son bastante notorios. Se hace usando ingredientes que puedes encontrar en muchas cocinas ¿qué te parece? Además de convertirse en un buen producto, será muy económica de elaborar.
Esta mascarilla facial devolverá a tu rostro ese brillo perdido y, por tanto, la frescura del mismo. Algunos de sus elementos son las claras de huevo y la miel, ambos muy nutritivos e hidratantes. Si quieres saber cómo se hace, aquí te dejo los ingredientes y los pasos a seguir ¿Te animas a devolver el brillo a tu piel?
Mascarilla casera iluminadora
Lo primero de todo es presentar los ingredientes que vamos a utilizar para la preparación de esta mascarilla casera.
Ingredientes
- 1 huevo
- 5 gotas de zumo de limón
- 1 cucharada grande de miel
- 2 cucharadas de canela
Pasos para elaborar la mascarilla casera
Primero en un recipiente echa solo la clara de huevo, dejando aparte la yema. Ahora con una varilla metálica, ve batiendo enérgicamente unos minutos hasta ver que el líquido se vuelve una espuma espesa. La clara es estupenda para para reducir el tamaño de los poros de la piel. Esto hará que se vea más suave el rostro.
En este punto, casi al punto de nieve llamado, añade unas cuantas gotas de zumo de limón. Pueden ser de 3 a 5 gotas. El zumo de limón nos ayudará a aclarar las zonas más oscuras del rostro, emparejándolas de alguna manera, con las zonas más claras. Lo que buscamos con esto es conseguir una uniformidad en toda la tonalidad de la piel.
Lo siguiente que haremos será mezclar una cucharada de miel con la clara de huevo y el zumo de limón que previamente habíamos preparado. La miel es un producto que ofrece muchos beneficios a nuestro organismo. Es un gran antioxidante natural. Se puede utilizar en el cabello, para ingerirla o bien para que forme parte de cualquier mascarilla casera, como es nuestro caso de hoy. Por último añade 1 ó 2 cucharadas de canela a la mezcla. Ésta última hace que se vea aún más brillante.
Una vez que tengamos todos los ingredientes en un mismo recipiente, deberemos mezclarlos muy bien hasta conseguir un producto homogéneo. Cuando lo tengamos listo, solo tienes que aplicar la misma en tu rostro limpio de maquillaje. Aplica una capa generosa, con ayuda de una esponja o tus dedos. Deja que la mezcla actúe durante 30 minutos. Poco a poco sentirás que se va haciendo tirante.
Una vez que haya pasado el tiempo de espera, deberemos enjuagar la cara con abundante agua fría. Una vez retirada toda la mascarilla, verás como tu rostro ha ganado luminosidad, a la vez que se ve más brillante. Al ser completamente natural, podemos repetir el proceso tantas veces como queramos a lo largo de la semana.
Como hemos visto, preparar una mascarilla puede resultar muy sencillo, a la vez que económico. Solo es necesario darse una vuelta por la red en busca de aquella que mejor se adapte a nuestras necesidades. Seguro que vosotros ya la habéis encontrado. Si es así, ¿por qué no la compartís con todos nosotros? ¡Animaros que os estamos esperando!