Se habla mucho últimamente de este término. Conoce el wardrobing, la nueva moda de los jóvenes, sobre la que queremos abrir el debate.
Si eres una adicta a la moda como nosotras, de las que suele revisar los principales editoriales de moda, seguramente habrás visto ya el término wardrobing por ahí. Recientemente en España el término ha ido acaparando titulares y regándose como la pólvora.
*Por cierto, si eres una adicta a la moda, como nosotras, amarás esta selección de los zapatos más vendidos de la temporada.*
Por supuesto, en Estás de Moda no podíamos quedarnos de lado. Teníamos la necesidad de abrir este interesante debate del mundo de la moda y, desde luego, nos encantaría conocer tu opinión.
Primero lo primero, ¿sabes qué es el wardrobing?

Wardrobing
Este término anglosajón hace referencia a una práctica cada vez más popular en el mundo. Tiene sus orígenes en América del Norte, los reyes de las facilidades en las devoluciones en las tiendas, pero poco a poco se ha extendido en el resto del mundo. Especialmente, en Europa.
Esta práctica consiste en comprar un artículo (en general, alguna prenda de ropa o accesorio), usarlo y devolverlo a la tienda para recobrar el dinero del pago. Es decir, se trata de una práctica para utilizar de forma gratuita artículos de todo tipo.
Es frecuente encontrar este tipo de práctica con ropa cara, aunque también se lleva a cabo con otros artículos como herramientas, equipos electrónicos y hasta ordenadores. Cada vez más, la práctica se ha extendido también a cadenas de tiendas, boutiques y toda clase de establecimientos.
Como cuentan en un reportaje publicado en El Español web: ¨Es posible que uno de los ejemplos que hayan tenido más notoriedad en los medios de comunicación provenga de la película My Date With Drew, filme enteramente grabada en una cámara «wardrobed«. El director de la película compró una cámara en una tienda de la cadena Circuit City, la utilizó durante 30 días para realizar el film y luego devolvió la cámara a dicho establecimiento obteniendo la totalidad del precio pagado por la cámara.¨

Wardrobing en España
Como hemos comentado, el wardrobing llegó a España. Según un estudio realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Valencia y del País Vasco, citado en su reportaje por El Español web (puedes leer aquí el artículo completo), el 18% de los españoles son compradores compulsivos.
Entran aquí en discusión cientos de teorías esbozadas por psicólogos sobre distintas hipótesis: ansiedad; necesidad de estar a tono con lo que vemos en las redes sociales; compensación de otras carencias a través de las compras. Sea cual sea el origen, el wardrobing está ampliamente relacionado con la necesidad compulsiva de comprar.
No se trata así necesariamente de la búsqueda de artículos por necesidad, como de la necesidad de lucir la mayor cantidad de prendas específicas sin gastar el dinero. Para la mayoría de la gente en España, no sería posible -sin practicar el wardrobing– probar todas las piezas claves de la temporada o lucir determinados modelos y marcas.
Quienes no tienen la capacidad económica suficiente para comprar ropa todas las semanas practican el wardrobing: comprar ropa, usarla sin quitar la etiqueta y devolverla. Hay quienes incluso lo hacen con calzado y ropa interior.

El debate sobre el wardrobing
No estamos aquí para juzgaros, pero sí hemos querido esbozar algunas reflexiones sobre el tema.
- El wardrobing se ha extendido tanto que ya se practica a modo de deporte. Incluso personas con capacidad económica incurren en esta actividad por la diversión que puede implicar… o por problemas no conscientes de adicción a las compras.
- Esta práctica tiene un trasfondo y está ampliamente relacionada con algunos temas que debemos revisar, como lo son: la adicción a la ropa, la adicción a las compras, y otros posibles derivados.
- Las discusiones sobre si esta práctica es ética son extensas. Hay al menos dudas posadas al respecto.
- El wardrobing afecta los ingresos del mundo de la moda. Esto quizás podría causarnos menos interés cuando hablamos de las grandes empresas de la moda, pero habría que analizarlo más despacio cuando hablamos de pequeños diseñadores, tiendas o boutiques independientes. Los más pequeños siempre son los más afectados. Por otro lado, los ingresos de las grandes empresas repercuten directamente en el avance general del mundo de la moda y en el trabajo e ingresos particulares de los millones de personas que trabajan en este sector: vendedores, cajeros, modistas, acomodadores, etc.
- La moda no necesariamente consiste en probar o usar todas las prendas de la temporada. Va también ligada al reto personal de ser más creativas y jugar con lo que tenemos. Muchas veces ni recordamos la ropa está en nuestro armario. Todas tenemos cosas que hemos usado apenas un par de veces. Hay que recuperar la ilusión por esas piezas. Que no sólo nos produzca éxtasis la ropa a estrenar.
- Las políticas de devoluciones de las tiendas (plazos más extendidos, etc.) se han flexibilizado para ponernos las cosas más fáciles. El wardrobing se aprovecha de esos beneficios e intenciones.

*Devolver ropa usada a las tiendas tiene los días contados.*
¿Qué opinas del wardrobing?
¿Realmente es necesario renovar tu armario cada semana? A las amantes de la moda, la moda nos reta, nos reprocha creatividad. No nos obliga necesariamente a consumir sin parar. Las auténticas amantes de la moda nos movemos por motivaciones que van más allá de las apariencias. Valoramos cada prenda y su origen. Lo respetamos.
A quienes nos encanta la moda, nos encanta sobre todo ser dueñas de la moda. No que la moda nos posea, nos atrape y nos impere. A nosotras no nos usa la moda. Nosotros la hacemos nuestra, y la usamos a ella.
No nos interesa exclusivamente ir con las últimas tendencias. Nos gusta sumergirnos en nuestros propios armarios y crearlas, marcarlas. Crear moda con cada look, cada día.
Nos sentimos tan seguras con un modelito nuevo como un clásico sacado del armario. Apreciamos su valor. Sabemos llevarlo con actitud, renovarlo y renovarnos sin que eso implique comprometer el presupuesto.
No nos cansamos de lo bello, ni de esas prendas maravillosas. Nuestro gusto es constante y educado. Trasciende las temporadas y es capaz de ir más allá de ¨lo que se lleva¨.
El wardrobing no va sólo de compras. Es un síntoma de una mala canalización de emociones negativas. Es un acto muy impulsivo. Si te sientes así o tienes inquietudes, lo mejor es buscar ayuda profesional antes de comprometer aún más tu presupuesto y salud.
Esta práctica fomenta la satisfacción momentánea. Y más importante que esos breves momentos, la clave es que estés feliz. La felicidad es el mejor complemento de belleza.