Las rebajas, ¿siguen siendo beneficiosas para el sector de la moda?

La Covid-19 ha hecho que el sector de la moda se tambalee. A lo largo de estos meses mucha incertidumbre rodea a la moda que ha visto como la venta ha disminuido considerablemente. Muchos negocios tenían su esperanza en las rebajas de invierno, pero estas no han sido todo lo bueno que se podría esperar. Esto nos hace plantearnos una pregunta, ¿hasta que punto las rebajas consiguen levantar las pérdidas acumuladas?

Las rebajas, un periodo de muchas ventas

Las rebajas siempre han supuesto un pistoletazo de salida para acabar con el stock sobrante de la temporada anterior y dar paso a la siguiente o, por lo menos, así ha funcionado hasta el drástico cambio en nuestras vidas que trajo la llegada de la pandemia. Desde el inicio de la misma, en 2020 hemos ido arrastrando una pérdida de facturación del 40%, pero eso no es lo más preocupante. Estas cifras, confirmadas por la Asociación Empresarial del Comercio Textil y de Complementos (ACOTEX), han sido actualizadas con una noticia más alarmante, si cabe: Las ventas generadas en la temporada de rebajas se han desplomado hasta un 53.2% con respecto al año anterior. Ni campaña de rebajas, ni reyes, ni regalos de navidades: nadie podría haber salvado estas cifras que, no necesariamente vaticinábamos con exactitud, pero desde luego esperábamos. Este desplome en el mes de enero de 2021 supone la mayor caída registrada en ventas en el sector textil desde que empezase el Estado de Alarma y su consiguiente confinamiento, que ya tan lejos recordamos, a inicios del año anterior.

No obstante, aunque el escenario sea bastante desesperanzador, no todo son malas noticias. Muchas empresas han sabido “surfear la ola” y han implementado en su modelo de trabajo varios cambios, como, por ejemplo, empezar a trabajar con menos stock. Esto supone menos costes para la empresa, obtener un mayor margen de beneficio y, sobre todo, no acabar la temporada de rebajas con stock sobrante.

Cabe destacar también otro cambio social que estamos experimentando desde hace algún tiempo: antes las rebajas eran esperadas con muchísimas ganas y ansia por parte de los consumidores, pero estos dos últimos años esta “ilusión” se ha ido disipando paulatinamente hasta llegar a las cifras que hoy vemos reflejadas por los expertos, agravadas y como consecuencia, por su puesto, de la crisis sanitaria y económica que estamos atravesando. Lejos quedan ya esas innumerables colas a las puertas de las principales tiendas y grandes superficies a las que tan acostumbrados estábamos cada año al finalizar las fiestas navideñas. Ahora, estas colas, de haberlas, son trámites protocolarios para controlar el aforo y respetar la distancia de seguridad, para seguir las medidas y recomendaciones de las autoridades sanitarias.

¿Volveremos a ver estos escenarios de antaño?

Desde luego, todas las personas que formamos parte de este sector esperamos que así sea. No olvidemos que el sector de la moda genera un 2,8% del PIB nacional, y supone un 4,1% del mercado laboral. Diseñadores, comerciales, productores, trabajadores en tienda, en fábrica, distribuidores, mayoristas, minoristas… El trabajo de infinidad de personas depende de que podamos volver a disfrutar de unas rebajas con las mismas ganas e ilusión de hace años. Por ende, solo queda esperar a que tanto la situación sanitaria como económica mejore y se recupere nuestra antigua normalidad para que así sea.

Con respecto a nuestra pregunta inicial, ¿siguen siendo las rebajas un beneficio para el sector de la moda? La respuesta es sí, indiscutiblemente. Aunque estemos pasando por una situación económica complicada, las rebajas, como comentábamos anteriormente, no solo sirven para dar un impulso a las cajas de enero a marzo. Este periodo se traduceen una temporada vital para que los que trabajamos en la producción y comercialización podamos dar salida de prendas antiguas en nuestros almacenes, mover el stock paralizado y dar entrada al de la nueva temporada.

Todavía queda unas semanas de rebajas y descuentos por delante y, aunque las cifras no auguran unos resultados mucho mejores, seguiremos trabajando para que todo mejore. Porque, como de todo debemos intentar sacar el lado positivo, también en esta ocasión intentaremos entender esto como una lección para aprender a sortear los obstáculos y afrontar todo lo que venga con las mismas ganas de superación que siempre ha caracterizado al sector textil.

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